Escribir después de una
resurrección.
Hoy es febrero, un día
cualquiera
Y soy feliz de poder respirar
sin tu voz,
De poder escribir sin
verte,
Sin la necesidad de
inventarte pasado
Para que no seas
presente;
Sin sentir la caricia
de tu espalda en mi boca,
Ni el miedo de tu
orgullo envilecido,
Matando las verdades
Que pudieron salvarte.
Hoy puedo escribir, es
tan sencillo;
Como sencillas fueron
nuestras horas,
Nuestros días de luz y
de optimismo;
Cuando hablábamos del
invierno,
De las calles mojadas y
mis ríos subyacentes;
A una frase estaban tus
manos
Y mi risa encendiendo
tus carnes.
Pero hoy puedo
escribir, casi sin pensar;
Puedo recorrer los
recuerdos sin tropezar,
Sin que me duelan tus
ojos;
Pensarte en las noches,
Sin que te metas en mi
piel y mezas mis ganas.
Hoy, puedo escribir un
poema,
Sin que seas la musa,
Sin que te vuelvas
llanto en mi garganta;
Porque existen otros
ojos,
Cientos de ojos,
De labios que paren
sonrisas,
Que pueden hablar sin
herir,
Sin mancillar las
verdades;
Que pueden sembrarme el
fuego
Y hacer morir el
invierno.
Hoy puedo escribir…
Entender que hay vida
en amar,
Más vida después de
aquellas muertes;
Y mi verso se viste de
paz,
Al saberte pasado,
Al saber que no te
llamas insomnio
Y que ningún dios lleva
tu nombre.
Gracias Marelys por darte esta oportunidad ;)
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