martes, 28 de febrero de 2017

A veces me asusta la tarde

A veces me asusta la tarde
A veces... me asusta la tarde
Porque el brillo de la aurora muere pronto
Cuando la noche brinda sus dudas
Y los gritos del miedo rodean mi espalda.
Me asusta la tarde... a veces,
Porque el olvido trae recuerdos
Y los deja en mis ojos,
Mientras el dolor pone su daga en mi cuello.
La tarde a veces me asusta...
Porque se enciende la luna
Sin que aparezca un abrazo
Y el camino hasta un beso
Está lleno de esperas.
Me asusta la tarde,
Porque a veces la soledad me grita
Y el silencio me llena de escarcha...
¿Será que la esperanza perdió el camino?
Marelys Leyva 2015


La tristeza y las dudas estorban los pasos de la esperanza

No es el camino angosto, el que estorba los pasos, ni los sueños ansiosos de ser gloria; no lo estorban las jornadas largas, ni los insomnios; sino las dudas, la terrible tristeza del amor incomprendido, los rostros amados que dejamos en los remotos pasajes del hastío.
M.L. 2016.

Para los que dejaron ir el amor.

Para los que dejaron ir el amor.
Perder el amor, el verdadero amor;
Es sentir que el suelo se abre y te deja suspendido en la tristeza, en la flagrante pérdida de la alegría. Y no es solo quedarte hueco por dentro, habitando en un tiempo mudo; es sentir en tu pecho, los torbellinos de ansiedad siniestra, del que no sobreviven los sueños.
Entonces te palpas y sientes la ausencia y gritas por dentro; intentas llenar el vacío con mentiras, con quiméricas razones y esperanzas austeras. Buscas reemplazar el duelo, con falsas utopías, que nunca completaran el abrazo ausente.
Perder el amor, el verdadero amor; es adentrarse en la penumbra del dolor tenebroso; creer las falacias que gritan, la lujuria y el morbo clandestino, que destila muertes en las almas.
No existe nada que puedas hacer, para llenar la oquedad de tu vida, cuando has dejado escapar la esperanza.
Sólo, adentrarte en el cielo y buscar el favor del que todo lo puede, es la única salida.
M.L.
2016

Para olvidar.

A veces, no basta con cerrar los ojos, para borrar los recuerdos, para anular las noches escritas y el imborrable grito de las almas.
Cuando llega la luna y se posa en su lecho, ese minuto imperceptible, se hace eterno y cubre la voz de silencio; luego, tus manos y tu cuerpo todo, batallan por ignorar la ausencia, justifican el lloro de la piel, con el otoño y la ansiedad con el hastío.
Para olvidar el recuerdo, hay que morir muchas veces y bañarse los sueños y los ojos y sacar de los labios el olor de los besos. Necesitas estar seguro de todas tus muertes y de los pasos perdidos y salvados, de aquello que no quieres. Pero si odias amar lo que amas, y te odias por no haber amado suficiente, o por no haber sido suficiente para amar, cerrar los ojos no basta.
No basta cambiar las sabanas y las caricias, los encuentros y los rostros; no basta con decirle al espejo, que eres otro y que ya no traes dolor en las ganas.
Para olvidar no basta con cerrar los ojos, es necesario el olvido.
M.L.
2016.

El Amor es para las almas puras


El orgullo.


Olvido Lento

Olvido lento.

Muchos días tengo,
Con un adiós pequeño,
Sediento de partidas, 
Murmurando a mis ojos;
Pequeña soledad sin rumbo,
Cansada de esperar su abrazo;
Ala rota, que murió en invierno,
Grito ciego en el alma.
Alojado en mí pecho,
Tengo este olvido;
Lento, muy lento,
Ausencia precoz que llueve despacio,
Lágrima prematura que llegó en otoño;
Se aleja despacio…
Sólo me deja la noche.

M.L.2016
2016

lunes, 27 de febrero de 2017

Tu amor, manojo de piedades.

Tu amor, manojo de piedades.

Después de haber huido tantas veces,
De arrullar mi lágrima en silencio,
Cuando el dolor perseguía mis sueños…

Después de naufragar en las dudas,
De abortar amores cobardes
Que nacieron prisioneros del olvido,
De escapar de recuerdos y sombras yertas…

Llega a mí este amor,
Manojo de piedades…
Lejos del dolor y la ausencia,
Llega

Y pone fin a la soledad de mis noches.

Encuentro de Almas

Asomarme a tu alma, ha sido a la mía, descubrir la equidad de intelectos a fines, palpar las llagas y dolores conocidos, reconocer los gritos antiguos y ansiedades perplejas, que también habitan la mía. Llegar al centro de tu espectro, donde aglutinas tus sueños, donde todas tus hambres y sed se amasijan, en un nudo de codicia insaciable, ha sido a mi ser, un caminar en llanto y angustia ya aprendidos, arder en llamas cercanas y deseos transitados; ha sido un caminar jadeante, fatigoso, anhelando no encontrarme en tus espejos, entendiéndome en cada llanto tuyo y en cada reclamo que has hecho al destino.
Asomarme a tu alma, es palpar la ansiedad extrema, de sentir que se aleja todo lo que amas; es ver como el deseo llena sus ojos de aquello que no tocas; es sentir que te hundes en tus propios miedos y en el peor miedo que es la madre de todos, y no es precisamente el temor a morir, sino, el temor a vivir más eternidades lejos de un alma que se iguala a la tuya.
Asomarme a tu alma, caminar en tus laberintos y sombras guardadas; transitar los pasillos de amores muertos y de aquellos que alberga tu memoria, ha sido un bregar intenso, una lasitud donde solo las muertes vividas la superan; ver tus colores y los ojos abiertos en todos tus pasillos, en cada emoción vibrante de tu pecho, ha sido una puerta abierta, encontrar un mundo maravilloso que asusta por sus matices.

Hoy, al asomarme a tu alma, reconozco en mí, las palabras que alguien una vez me dijo, los deseos y celos confusos del que anhela ser sueño en otra alma. Y quiero arrancar de mí, estas ansias profusas, que hieren mis instintos, el deseo de ser la voz de tu grito, el deseo de que cada palabra escrita y sueño infinito lleve la piel de mi abrazo.

Asomarme a tus palabras, a tu alma escrita, ha sido desatar el holocausto de mi mundo, aniquilar la paz que creía segura; ha sido, saturar de dolor mis cuencas y alimentar las lágrimas pausadas por la espera y el futuro. Abrir

Hoy, no sé si escapar de tu alma o llenar mis sueños de tu fuerza; no sé si huir de la sombra de tu beso, o quedarme postrada al amparo de tus promesas.


Eres mi yo intenso, mi propio fuego y ansiedad en llamas, la misma parte de mi, que arde y ansia un soplo de brisa que la apague.
 

domingo, 26 de febrero de 2017

Hoy somos recuerdo.

Hoy somos recuerdo.


Hace muchos suspiros,
Tú eras la nota fuerte,
El vigoroso acorde de una copla,
El tema, ya olvidado,
De una canción de fondo.

Solías amarme como un niño,
Con muchas verdades en los ojos
Y atada tu sonrisa a la esperanza.

Hace algunos otoños,
Eras una lágrima,
Un dolor cosido a mis pupilas.
Una amalgama de tristezas
Y muchas ansiedades recónditas.

Hace muchos sueños,
Yo era un deseo,
Una púber libertad de tu alborozo,
El bocado dulce de tu boca
El febril a brazo de tu antojo.

Hace muchas nostalgias fuimos anhelo.
Hoy,

Recuerdos solos.

martes, 21 de febrero de 2017

Alguien que ame tanto.

Alguien que ame tanto.

No sé si alguien haya amado tanto,
Tanto como a morir
O como echarse a morir,
Que son extremos.

Conozco una clase de amor diferente,
Perfecto;
Ese amor que apuntalas mentiras
Y las pinta con poemas
Para creer en ellas;
Que apaga con sonrisas la indiferencia;
Y soporta callado la liviandad de las dudas.

No sé si alguien pueda amar así;
Amamantando insomnios,
Procurando dormir las tristezas,
Al menos;
Y haya escapado intacto,
Después de tres lunas llenas,
Sólo por soñar despierto,
Por besarle los sueños al amor,
A la vida
O al amor de su vida.

Y qué importa,
Si es sólo un amor el que existe
Y yo quiero nombrarlo mío
Único, el más grande
Y hacer la diferencia.

No sé si alguien,
Haya amado tanto
Que olvidara su idioma
O al menos el idioma de alguna gente;
De aquellos que aconsejan,
De los que vaticinan finales
Y profetizan dolor sobre los sueños;
Pobres agoreros de tristeza.

Quiero alguien que haya amado tanto,
Siempre, tan constante,
Tan loca y desesperadamente,
Alguien,
Que haya recitado sus credos en la luna
Y cocido las promesas a sus meniscos.

Quiero alguien que sepa amar,
Que crea en los milagros
Y guarde arcoíris en las manos;
Que crea en un puñado de palabras sin rimas,
Más que en un discurso;
Que peine mi cabello con los dedos,
Y descubra el sendero de mi espalda;
Que me transite sereno en cada espina
Y en cada herida que sangra.
Alguien que llueva sobre mis lunas
Y seduzca mis insomnios.

Quiero alguien,
Que sobreviva a mis excesos
Y a mi lengua
Y a las consignas que grito
Alguien que conozca sus muertes
Y el motivo de su vida.
Alguien que haya amado tanto,
Tanto como yo estoy amando.

M.L.2017







lunes, 20 de febrero de 2017

Conceptos

Creo que al fin encontré el verdadero significado de algunos conceptos; por ejemplo, comer pasta con queso a media noche, sentirme satisfecha y sin cargo de conciencia, es paz mental y un estatus de perfecto equilibrio; abrazar la almohada hasta conciliar el sueño sin que se convierta en un objeto sagrado, a esto llamo reconciliación con la soledad; mirar las flores sin deseos de arrancarle los brazos, es un índice de madurez emocional y que la ansiedad ya no existe. Aun debo aprender como vencer los insomnios, cerrar ciertas ventanas, no frecuentar sitios adictivos; pero un paso a la vez, creo que voy bien.


Escribir después de una resurrección.

Escribir después de una resurrección.

Hoy es febrero, un día cualquiera
Y soy feliz de poder respirar sin tu voz,
De poder escribir sin verte,
Sin la necesidad de inventarte pasado
Para que no seas presente;
Sin sentir la caricia de tu espalda en mi boca,
Ni el miedo de tu orgullo envilecido,
Matando las verdades
Que pudieron salvarte.

Hoy puedo escribir, es tan sencillo;
Como sencillas fueron nuestras horas,
Nuestros días de luz y de optimismo;
Cuando hablábamos del invierno,
De las calles mojadas y mis ríos subyacentes;
A una frase estaban tus manos
Y mi risa encendiendo tus carnes.

Pero hoy puedo escribir, casi sin pensar;
Puedo recorrer los recuerdos sin tropezar,
Sin que me duelan tus ojos;
Pensarte en las noches,
Sin que te metas en mi piel y mezas mis ganas.

Hoy, puedo escribir un poema,
Sin que seas la musa,
Sin que te vuelvas llanto en mi garganta;
Porque existen otros ojos,
Cientos de ojos,
De labios que paren sonrisas,
Que pueden hablar sin herir,
Sin mancillar las verdades;
Que pueden sembrarme el fuego
Y hacer morir el invierno.

Hoy puedo escribir…
Entender que hay vida en amar,
Más vida después de aquellas muertes;
Y mi verso se viste de paz,
Al saberte pasado,
Al saber que no te llamas insomnio
Y que ningún dios lleva tu nombre.






sábado, 18 de febrero de 2017

Qué es un adiós.

Qué es un adiós.

Decir que un adiós es normal,
Una pena de alas cortas,
Es locura;
Siempre que hay un adiós,
Se asoma el infierno.

No digas que es normal el adiós,
No llames cotidiano a lo amargo,
 A la raíz del martirio,
Ni digas que algunos llantos,
No tienen dueño.

Decir que un adiós,
Es un atajo a la dicha,
Es una infamia,
Una mueca irreverente al dolor ajeno.

Un adiós tiene garras,
Tiene espinas en los labios
Y espadas
Y colmillos que te hieren los ojos;
Es un puente roto,
Al final de un camino sin salida;
Es la lluvia que cae hacia arriba,
Sin mojar la semilla,
Sin besarte la cara.

Decir que un adiós es una herida leve,
Es una infamia;
Es delinquir en un juzgado,
Creer que el sol se oculta en una sombra,
Cuando la noche se anuncia,
Es ignorar que el alma llora,
Detrás de una sonrisa;
Es creer que el paraíso,
Se gana con mentiras.

El adiós es una muerte súbita,
Una partida letal que olvidó el regreso;
Es un dolor callado,
Que se aloja en los recuerdos.




Despertar

Despertar

Hay un lapso de tiempo entre despertar y abrir los ojos;
Es un periodo de ceguera consciente
Donde escuchas las voces,
Las palabras de siempre,
Las seductoras mentiras,
Las mismas promesas que sólo tú crees;
Transitas descalzo los mismos caminos,
Las mismas sendas que erraron otros,
Pero ciega tu alma.

Entre despertar y abrir los ojos,
Hay muchas muertes;
Te quedas tumbado a un costado de la vida,
Sin moverte,
Deseando que la misma ¨ilusión¨ se repita;
Y niegas la verdad que se asoma en tu herida.

La vida sigue afuera,
Todo cambia y se mueve, menos tú
Que permaneces inerte,
Aletargado en tu pena,
Mirando de soslayo los fragmentos de tu alma;
Estas despierto, pero finges tu muerte,
En espera de un milagro que no invocas.

Vuelves a postergar los sueños,
Porque nadie te aplaude,
Nadie está de acuerdo,
Nadie te sigue
Y tú, sólo imploras la compasión de tus lágrimas.

¿Y qué harás con la vida?
¿Qué harás con los sueños que sembraste en otoño?
Con la semilla de fe que germina en tu alma.

A veces,
Después de abrir los ojos,
Tardamos mucho en despertar.