miércoles, 15 de abril de 2020

Oda a la fuente

Oda a la fuente.

He nacido fértil,

de un pozo fértil donde lancé monedas,

donde canté tres veces sin negarme

y brindé mi costado para ser punzado.

 

He nacido fértil,

de un manantial fecundo

que no cesa de parirme

y me engendra en cada luna,

en cada ciclo de coherente locura.

 

He nacido de una fuente fértil,

donde abro mi alma y mis alas,

donde encuentro las respuestas

para matar la ignorancia.

 

Esta fuente fértil me acompaña,

escucha mis credos

y apacigua mi ira contra los dioses falsos.

 

Después de cada grito,

de cada muerte necesaria,

yo resucito en sus aguas.

 

domingo, 8 de marzo de 2020


Auto retrato.
Pude haber sido bozal
O silencio mortal
Que ahogara los gritos.
Pude ser pozo ciego,
Huacal sediento de encierro;
Pudieron mis manos ser mudas
O ávidas de postergaciones;
Pudo quizás el olvido,
Lacerar mis sueños despiertos.
Pero nací voz,
Verbo feroz,
Grito vibrante
Y emancipada paloma doméstica.
Nací fuente fresca,
Agua libre y manantial fecundo.
Mis manos saben hablar,
Gritar sus consignas,
Cantar las verdades que niegan los miedos.
Pueden mis sueños ser luz,
Ser canción,
Ser himno de paz
Más allá del dolor,
Más allá del olvido,
Más allá del silencio.




¿Qué importa que miren? 
Miran de soslayo,
Como si amar la soledad fuera un estigma, una pasión hereje,
Como si caminar descalza y hablar con la luna fuera locura.
Y qué si me abandono, si me quedo sola,
Si me doy la mano y me beso,
Y comparto mí dicha con la tierra,
Con las aves
Y el cielo;
Si excomulgo el recato y los paradigmas vacios,
Si me abrazo en las noches y me siento plena,
Si en la punta de mis dedos florecen los orgasmos
Y el sur de mis pechos se torna volcánico;
Si me adentro en mi alma,
Sin tiempo ni espacio;
Y si puedo ser libre
Y franca
Y etérea, ¿Qué importa que miren?


Poema al amor que llega.
Mis ojos se perdieron muchas veces, 
En el mismo lugar donde todos buscan su milagro;
Jugué a las escondidas con cada insomnio,
Conté mil ovejas que nunca me trajeron el sueño;
Sino hasta ese día en que su voz encendió mi alma…
Él llegó despacio,
Con todas la certezas guardadas en su boca.
Trajo la magia en los labios
Y su voz todo un prodigio;
Una sola palabra suya era un reto a mi cordura
Y me llenaba de agostos,
Cada vez que me rozaba el pelo.
Él no presume de triunfos,
Pero me sabe suya,
Me sabe flotando en sus manos
Y me sabe fuego 
Cada vez que sus ojos se prenden de mis carnes,
Cada vez que sus ansias acarician mis deseos
Llevándome al delirio.
Con él aprendo a contar las horas
Y los segundos;
A descontar los instantes 
Que nos separan de un abrazo.
He aprendido 
A dónde van los suspiros cuando es viernes,
O cuando es luna llena
O sábado menguante;
Y donde se esconden la calma y la paz 
Que alejan el suplicio de los besos en espera.

Él, es el verso que habita en mi piel desnuda
La promesa que nació 
En el lugar donde se pierden mis ojos,
Allí, donde nacen todos los milagros.


Este es un día excelente como todos los días; hoy se celebra a la mujer y creo que este asunto de escoger un día para celebrar lo notorio, lo importante, la magnificencia es el pretexto más torpe que he visto. Días como este deberían ser como el día de los premios "Oscar", todo el año a estos artistas se le rinde atención y agasajo y el día de los premios se les entrega un trofeo por los logros alcanzados.
Creo que a la mujer, hospedera de la semilla humana, la que alimenta al nuevo hombre en su vientre, la que lo amamanta y protege debería ser agasajada todos los días y en días como este premiada. Deberían los diarios amarillistas y la prensa rosa 🌹 hacer un espacio todos los días para las mujeres que trabajan como hombres en los campos, las que crían solas a sus hijos, esas que no comen el pan sin esfuerzo.
Para esos hombres que no olvidan de quién nacieron, mi aplauso.
Bendiciones a todas las mujeres del mundo.
M.L