Recuerdos subversivos.
Ciertos días, cuando el olvido se hace ruego
Y la sed que te nombra se sienta en mi cama;
En el lado tibio de mi lengua,
Donde habitan mi locura y las caricias profanas,
Un beso incendiario descubre en su clamor,
Los recuerdos que trascendieron a la partida.
Y la sed que te nombra se sienta en mi cama;
En el lado tibio de mi lengua,
Donde habitan mi locura y las caricias profanas,
Un beso incendiario descubre en su clamor,
Los recuerdos que trascendieron a la partida.
M.L.18
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