Esta manía que tienes de estar en todas partes.
No importa si duermo o si enciendo mis lunas,
Estas en todas partes;
Te encuentro en mis noches
Y en mis tormentas de fuego;
Y te metes a mi laberinto,
Sin temor a mi verbo,
Ni al Minotauro que cuida mis salidas.
Te paseas victorioso,
Como si fueras todo, como si fuera nada;
Y me muestras tus ganas
Y el desacato de tus manos.
Estás en cada rincón,
En el lado vulnerable de mis pechos,
En mis sueños, por ejemplo;
Desvistiéndome las dudas,
Despeinándome la espalda;
Y mis ojos se alegran
Al no ver tus escudos
Ni tus armas de fuga.
Te encuentro en la cocina,
Y te me antojas bocado
Y mordida suave,
Plato suculento, atado a mi mesa,
Sin oficio de escape.
Estás en todos lados;
En la cortina del baño,
En las pompas de jabón
Que evaden la gravedad del agua;
Y tu piel se me acerca,
Cada vez que me mojas
Que te llegas a mi hambre
Y me invaden las ansias.
Esta virtud que tienes,
De aparecer en mis labios
Y en mis versos
Y en mis noches
Y en mi cama
Y en mi cuerpo,
Como si la magia fuera tuya;
De proscribir mis adioses
Y congelar mis pasos
Y mis mañas de olvido.
Este capricho que tienes de entrar sin permiso
Y hacerte mi dueño,
Esta manía tuya de estar en todas partes.
M.L.2017.
Muy bello poema Dra. Seguramente muchos hemos vivido cosas similares, pero como Ud. lo expresa trae de vuelta los recuerdos, dicen que recordar es....?
ResponderEliminarGracias! Un dia voy a aprender a escribir así! en la próxima!
La modestia es tu atributo mayor, gracias por siempre estar ahí, profe ;)
ResponderEliminarLa modestia es tu atributo mayor, gracias por siempre estar ahí, profe ;)
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