sábado, 11 de marzo de 2017

Está vacía la sombra.


Está vacía la sombra.

 La ola tibia de un abrazo cubría su espalda de auroras
Y corría la soledad de su cintura;
Eran sus brazos amurallados los que regían su cuerpo,
Las emanaciones de su esperanza.
Pero ahora, está vacía la sombra, sin ecos que la nombren;
Ya no comparten las prisas ni los llantos de sus pieles.
Era una hoja libre, un pequeño entramado de ternura,
Que abría su pecho a la dicha, a la codicia del deseo,
Que diseminaba voces en su boca.
Era suya, toda,
Accesible y sin dogmas;
Era verso y palabra,
Latido perenne en sus pináculos;
Cuando le llamaba, sus alas marchaban al encuentro,
Iba como el viento, con alas abiertas,
En el fluir de su sangre.
Pero ahora…
Esta vacía la sombra, en los llantos del deseo,
Esta vacía en su lágrima de miedo;
Están vacías sus manos y el rumor de su recuerdo…
Se fue vestido de adiós en su fuga,
Dejando escapar el futuro;
El temor…
Dejó vacía la sombra.


M.L.2017.


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