Lo peor.
Lo peor no es caerse,
Ni comerse las uñas,
Ni cerrar los ojos
O llorar lágrimas
negras.
Lo peor no es abrirse
las carnes
Y darlas de comer a
quien la escupe,
A quien no quiere
probar tu bocado.
Lo peor no es salirse
del resto,
O romper paradigmas;
Ni mostrar el
cabello,
O tus partes más
calladas y húmedas;
Lo peor no es
romperte
O que te rompan
O confundir los
términos;
Ni derramar tus
ruegos
Ante las almas
ciegas.
No hay nada mal en
caerse,
Todos los caminos
tienen piedras
Y ramas torcidas;
Tienen espinas que
hieren la marcha.
Lo peor es besar el
polvo,
Después de la caída;
Y adoptar la caída
como a un hijo
Y quedarte con ella,
Dormite en su sueño.
Lo peor es que el
miedo,
Apague tu fuerza
Y te robe la
esperanza,
Cuando la maldad se
asome:
Lo peor es creer,
Que el dolor es un
don,
Una gracia merecida,
El pago al amor,
Un pasaporte a la
dicha.
Lo peor es seguir
Repitiendo los miedos
Y escondiendo las
sombras
Que anulan la
existencia.
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