Tú no sabes.
Tiempo tras tiempo,
Olvido algunas ideas
fijas,
Algunas lagunas y montes
que visito;
Comienzo a sentir esta
tristeza,
Como de pájaro sin su
nido.
Entonces, me remonto a
las nubes,
Para tomar otros rumbos
Y transitar otros
senderos,
Buscar otras playas,
Que me alejen de los
mares conocidos,
Visitar otras
ansiedades,
Otras islas desiertas de
deseos.
Tú, ni siquiera imaginas
que te invoque,
Como el único amparo
Que me queda en esta
sombra;
Como si fueras la única
esperanza en el vacío,
El último recurso a mis
anhelos;
Ni siquiera sabes quién
eres,
Ni conoces tus rostros,
Al menos los que te
invento.
Mejor así;
Nunca sabrás de qué lado
sale mi luna
O cuando estoy en
menguante;
Jamás sabrás si estoy en
verano
O si el otoño visita mis
bosques;
No sabrás quién inspira
mis versos,
Porque no tienen nombre.
Y yo, siento esta
satisfacción casi infantil,
De este secreto que
guardo,
Ante los ojos de todos;
De las dudas que siembro
en mi pecho,
Para no extraviar los
pasos;
Y que tú, a leer mis
versos,
Te sientas perdido.
M.L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario